EL INVIERNO NUCLEAR
El impacto de un gran meteorito provocó enormes daños en el planeta, generando cambios drásticos en el clima y el medio ambiente.
Las evidencias
La idea del cometa o meteorito asesino levantó mucho polvo en el mundo científico, que todavía ignoraba el trabajo de Camargo y Penfield y exigía más pruebas... que empezaron a llegar a cuentagotas.
Otros científicos encontraron en distintas partes del globo, desde España hasta Nuevo Mexico, concentraciones de iridio en la transición K-T similares a las halladas por los Álvarez. El geólogo Bruce Bohor investigó en varios de estos lugares y encontró lo que en inglés se denomina shocked quartz, granos de cuarzo dañados por una onda de choque. Las ondas de choque que resultan de un impacto se distinguen de las sísmicas en que dejan la roca comprimida de manera permanente, en tanto que las segundas sólo expanden la roca temporalmente. Uno de los efectos más importantes fue un invierno prolongado causado por el polvo y los escombros que bloquearon la luz solar, afectando gravemente al ecosistema. Este impacto dejó un cráter gigantesco en la zona de Chicxulub, en Yucatán, que hoy en día es un sitio emblemático por su relevancia científica.
Como consecuencia de este evento, cerca del 75% de las especies vivas en ese momento se extinguieron. Esta teoría se apoya en la evidencia encontrada en las rocas y capas geológicas que datan del límite K-T, que marca la transición entre los períodos Cretácico y Paleógeno.
La hipótesis del impacto comenzó a tomar fuerza cuando los científicos Luis y Walter Alvarez, junto a su equipo, descubrieron una delgada capa de iridio —un elemento poco común en la Tierra pero abundante en asteroides— en sedimentos de distintas partes del mundo. Fue en 1980 cuando propusieron que un meteorito había sido el responsable de la extinción masiva, y más tarde, en la década de 1990, se identificó el cráter de Chicxulub como el lugar del impacto .
El cráter de Chicxulub, hoy en día, se encuentra en gran parte oculto bajo la superficie de la Península de Yucatán, extendiéndose tanto en tierra como en el Golfo de México. La mayor parte del cráter está enterrada bajo capas de sedimentos, lo que lo hace prácticamente invisible a simple vista. Sin embargo, su impacto sigue siendo estudiado a través de exploraciones geofísicas y perforaciones científicas.
En la actualidad, el área es habitada y utilizada para diversas actividades humanas, incluyendo agricultura y asentamientos urbanos. La región también es un punto de interés turístico y científico debido a su importancia geológica e histórica.
Por otro lado, el meteorito o cometa también nos da otra lección: que fenómenos como el calentamiento global pueden tener consecuencias graves a la larga y que al final la vida es muy efímera. Si otra bola de fuego semejante cae del cielo, la Tierra se pondrá nuevamente de luto.
https://www.infobae.com/mexico/2024/05/17/que-paso-con-el-crater-de-chicxulub-que-dejo-el-meteorito-que-se-estrello-en-mexico-y-habria-extinguido-a-los-dinosaurios/
https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/34/el-crater-de-la-muerte